viernes, 17 de septiembre de 2010

SECCION EDUCATIVA

CRITERIOS PARA LA SELECCION DE SITIOS WEB EN SALUD
Por: Carmen Yris Olivo, MLS



Se considera que Internet es la principal fuente de información científica y de salud en el mundo, convirtiéndose en uno de los medios más importantes para encontrar y publicar información. Su aumento es imparable, utilizándose como fuente de información por millones de usuarios, debido a las características de la red, que son: rapidez, comodidad, accesibilidad, actualización, económica e interactiva.

 
Criterios de selección de sitios web en salud

Los recursos de información en salud existente en Internet se ha convertido  en una preocupación para los profesionales de la salud, los especialistas de información, autoridades sanitarias y usuarios en general.
 Hasta hace unos años, el profesional de la salud tenía acceso a un pequeño número de publicaciones de su especialidad que revisaba regularmente, pero para realizar una revisión exhaustiva de un tema de salud, tenía que ir a la biblioteca, que era la única que disponía de amplias fuentes de consulta; con la llegada de la Internet, esto ha cambiado radicalmente, tanto en tiempo consumido, como cantidad de información disponible.    
En los sitios web sobre salud, encontramos información de todo tipo, desde información científica en salud, hasta soluciones sanitarias milagrosas, pasando por información en salud puramente comercial. Su aumento es imparable, utilizándose como fuente de información por millones de usuarios, debido a las características de la red, que son: rapidez, comodidad, accesibilidad, actualización, económica e interactiva.
Estas características de la Internet pueden verse como su mayor ventaja. Pero no siempre, esta información proviene de fuentes consideradas como confiables, a causa de la facilidad que presenta crear una página web y colocarla a disposición del mundo. Esta, tal vez, es su principal desventaja. Todos los recursos deben utilizarse, en cualquier caso, con sentido crítico, porque, si existe un medio carente de estándares de calidad para publicación de información científica, ese es Internet.
Por tanto, el problema hoy día, no es encontrar la información, sino saber seleccionar lo más relevante. Para la selección de la misma, es necesaria por motivos de la cantidad y calidad; de ahí, que se precisa conocer los criterios para evaluar  su calidad  con el fin de  poder filtrar la información útil de la que no es, debido a la ausencia de proceso de revisión por pares, como sucede con el comité editorial para la publicación de la revista científica; por lo que puede aparecer en una búsqueda informaciones contradictorias y erróneas con apariencia de publicaciones fiables. Ahí, que es  necesario hacer una valoración personal del recurso.
 
Es, entonces, ineludible alguna forma de protección y apoyo a los usuarios de Internet, más aún de la información médica y de salud, que si es incorrecta puede inducir conductas potencialmente peligrosas para la vida. La explosión de información electrónica demanda el desarrollo de profesionales aptos y de herramientas  adecuadas para el desarrollo de servicios específicos de selección, tratamiento y recuperación de la información en salud.
 Es necesario, por ende, que el profesional de la salud, desarrolle habilidades, tanto para la búsqueda como para la evaluación de la calidad de la información disponible en los sitios Web para su selección
Sin una valoración previa, nunca deberá considerarse  como un recurso de información para una investigación científica, un sitio o un documento recuperado en la red. (Ramos Sánchez, 2005)
 
El objetivo de la presente guía es presentar los criterios empleados con más frecuencia en la literatura profesional, ya que existe un mayor consenso entre los autores para evaluar la calidad de los recursos de información en salud disponibles en Internet.
Los criterios recomendados para evaluar y seleccionar fuentes de información en salud son:
 
Autoría del web:
 
Para ello, es necesario identificar el autor, la institución, su nivel de autoridad, los grados científicos de los contribuyentes, otros trabajos publicados por el autor o la institución y si suministra una forma para hacer contacto con él/ella. Determinar   sus patrocinadores…, identificar quién edita el sitio y quién lo avala.
Puede facilitar este paso buscar en los botones que se refieren a "quiénes somos", en "contactos", o los datos del dominio: edu, gov, org, u otro de la institución, organismo o empresa, el currículo de los autores, y hasta si  es posible verificar sus índices de citación en el Science Citation Index, Scopus o Google Schoolar, las opiniones que merecieron sus trabajos mediante los sistemas de retroalimentación científica del que disponen revistas como la British Medical Journal y la base de datos Medline.
Contenido y tipo de información:
 
Se debe verificar si se trata de un sitio académico o publicitario, si es un artículo original, un estudio multicéntrico, si aporta información con valor añadido, su precisión y claridad; si su contenido puede confirmarse con otras fuentes.
 

Para ello, puede comparar los conceptos, la terminología, los datos encontrados con las definiciones que aparecen en obras de referencia (enciclopedias o diccionarios médicos) actualizadas o con los libros de texto y los artículos publicados en revistas de impacto, que transcurren por un proceso editorial. Se debe determinar, si existen anuncios publicitarios, qué tipo de propaganda se realiza.  Leer los resúmenes, las tablas de contenido, los encabezamientos, títulos y subtítulos, así como identificar su país de procedencia, puede ayudar a encontrar la filosofía o ideología que soporta el sitio, sus objetivos y audiencia.
Los contenidos deben mantener una extensión, estructura y profundidad, vocabulario, estructuras gramaticales, ejemplos, las gráficas.


Confiabilidad:


El sitio debe estar siendo actualizado de manera regular. Debe tener su fecha de edición y, por supuesto, debe estar firmado. Todo sitio confiable debe tener un apartado de “Acerca de” o “Quiénes somos”, donde debe venir toda la información de quiénes son los autores, quiénes publican, qué especialidad tienen, dónde trabajan, contacto, etc.
El sitio debe fundamentar su información con fuentes y referencias. Lo mejor es que existan enlaces desde el sitio hacia los estudios originales. Hay que tener cuidado con la información que se basa sólo en testimonios o anécdotas.
La información del sitio debe ser no comercial, sin fines de lucro o propaganda. Debe estar claro si el sitio recibe algún patrocinio o financiamiento, y en caso afirmativo, cuál es el papel del patrocinador en el contenido de los artículos. Ningún sitio de internet debe anunciarse como reemplazo de una consulta médica, ni recomendar tratamientos sin consultar a un médico.
 
Finalmente, una manera rápida de saber si el sitio ha pasado por algún control de calidad, estandarizado y reconocido a nivel internacional, es viendo si tiene certificaciones como el HONCode.
 
Actualización:
Indicar si la página está al día en la información. La página seleccionada debe incorporar modificaciones periódicamente con nuevos recursos de información. Es una de las características más importantes para la validez de los documentos, principalmente para la información científica y técnica, en la que se encuentra la información en salud.
 Calidad técnica:  
Es necesario comprobar que en el sitio, la información se organice de acuerdo con algún criterio y que presente algunas herramientas diseñadas para facilitar la navegación y la búsqueda.
El sitio mantiene un orden lógico y relación entre el  resto de la información.
Es importante que maneje un mapa de navegación para facilitar el acceso a los contenidos. Debe apoyarse en elementos multimedia: gráficas, videos, música, etc. La página debe presentar un diseño claro, atractivo, que rescate la información. 
 Si se siente a gusto navegando el sitio. Es una web navegable, los enlaces funcionan, es de fácil acceso, utilizan imágenes, gráficos y otros elementos explicativos, es ameno, no presenta un exceso de enlaces, posee una estructura que permite un uso eficiente, entonces es muy probable que la  arquitectura  del sitio sea la correcta.
 El sitio Web debe ser una combinación de recursos tipográficos, organizados, para evitar que se produzca distracción. Provee enlaces de retorno a la página inicial desde otras páginas. Incluye ayudas en líneas. 
 
Bibliografía consultada
 Barraza Mora, María Cecilia. Manual básico: cómo buscar en Internet [en línea]. Santiago, Chile: Utemvirtual; 2005. Disponible en:
 Consesa Fuente C.; Ontoso E. Evaluación de la calidad de las páginas web con información sanitaria: una revisión bibliográfica. [en línea].  En: BIB : textos universitaris de biblioteconomia i documentació,  23(9); 2009. Disponble en: http://www.ub.es/bid/23/pdf/conesa2.pdf. [Consutado el 15 de septiembre, 2014]
 
Consesa Fuente, Carmen. Evaluación de la calidad de las páginas web con información sanitaria en castellano. Tesis doctoral. Universidad de Murcia, 2010. Disponible en: http://www.tdr.cesca.es/TDR-0524110-095128/index_cs.html. [Consultado el 20, septiembre, 2010]
 Pérez Gaxiola, Giordano.¿Cómo saber si lo que leo en internet es información confiable? [en línea]; 2011. Disponible en:  http://pediatrica.org/?p=497. [Consutado el 15 de septiembre, 2014]
 Sánchez Ramos E. Criterios más utilizados para la evaluación de la calidad de los recursos de información en salud disponibles en Internet.  [en línea]. En: Acimed, 12(4);  2004. Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol12_2_04/aci04204.htm. [Consultado el 12 de septiembre, 2014].
Winker MA, Flanagin A, Chi-Lum B, White J, Andrews K, Kennett RL, et al. Guidelines for medical and health information sites on the internet: principles governing AMA web sites. AmericanMedical Association. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10735398. [Consultado el 11 de sepriembre, 2010].

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