Nueve investigaciones sobre Covid-19 ya están en marcha en el país
Listin Diario, 02 de julio de 2020
Por: Doris Pantaleón
Las investigaciones son realizadas aquí por el Comité de Ciencia e Investigación creado por el Comité de Emergencia y Gestión Sanitaria.
Santo Domingo, RD. Unas nueve investigaciones vinculadas al COVID-19 se están llevando a cabo actualmente en el país, las cuales incluyen medicamentos u opciones terapéuticas, genoma del virus, seroprevalencia, criticidad o antecedentes de riesgos, histopatológica de tejidos en pacientes fallecidos sospechosos del virus.
Las investigaciones son realizadas por el Comité de Ciencia e Investigación creado por el Comité de Emergencia y Gestión Sanitaria-CEGES, que dirige el doctor Alejandro Báez, quien junto al virólogo Robert Paulino, encabezan el equipo de investigación integrado por 12 especialistas nacionales y ocho asesores internacionales.
Los detalles de investigaciones dados a conocer a Listín Diario por el doctor Báez son las siguientes:
1.Análisis de Seroprevalencia en comunidades de circulación comunitaria de SARS CoV-2.
Consiste en el análisis de los resultados de pruebas rápidas en puntos seleccionados del país basados en incidencia de SARS-CoV-2 y/o COVID-19, así como geoestratégicos, en el cual se ponderarán los resultados de memoria inmunológica (IgG/IgM) al virus.
Con ello se busca poder hacer intervenciones basadas en la evidencia que reduzcan su expansión, así como su contención específica. Las pruebas realizadas se basan en búsqueda activa y georreferenciación de casos activos en la comunidad.
Este proyecto cuenta con la aprobación del Comité de Ética de la Universidad Iberoamericana a través del Instituto de Medicina Tropical & Salud Global de la misma.
2. Índice de Criticidad de poblaciones de alto riesgo para la COVID-19.
Este análisis permite proponer un plan de acción futuro basado en los antecedentes de riesgo de la población de personas registradas en el sistema de riesgos laborales, y los resultados de pruebas de COVID-19 realizadas.
El índice de riesgo se basa en el historial de hipertensión, diabetes, cáncer, y otras enfermedades de tipo respiratorio que han sido asociados a peor pronóstico de infección por el SARS-CoV-2. Con estos análisis se pueden gestionar los recursos necesarios, y focalizar la inversión en zonas críticas de la geografía nacional.
3. Modelaje Bayesiano Matemático como predictor de riesgo para ingreso a Unidad de Terapia Intensiva
Este estudio integra elementos de probabilidad bayesiana con scores clínicos (independientes y COVID-19 específicos) desarrollados para determinar de forma predictiva pacientes en riesgo a ser ingresados a UCI. Este capitaliza en una década de producción científica y más de 20 estudios realizados por el grupo investigación ACDC asociado a la UNPHU.
4.Telemedicina como recurso de multiplicación de fuerza laboral para optimización de atención en terapia intensiva y medicina crítica en hospitales de provincias no urbanas.
Este programa se desarrolla con el patrocinio de la Cámara Americana de Comercio y la Embajada de Estados Unidos, en colaboración con Sanar una Nación y Altice Dominicana. El mismo procura evaluar el impacto clínico, valor y costo-efectividad de Hub/Núcleos de Tele-UCI con especialistas en medicina crítica, apoyando rondas y atención clínica en centros provinciales que no cuentan con estos recursos.
5. Evaluación histopatológica de tejidos de necropsias en casos sospechosos de COVID-19.
Se explica que debido a las restricciones de bioseguridad establecidas por el Ministerio de Salud para el análisis cadavérico de personas fallecidas por la COVID-19, sólo se pudieron analizar cuatro casos de personas que fallecieron por la COVID-19 y en algunos con reportes de resultados de PCR para SARS-CoV-2.
En esta evaluación se realizaron análisis de marcadores celulares específicos para las líneas linfocitarias y caracterización de coagulopatías relacionadas o no con las manifestaciones clínicas. En los análisis histológicos las características de la misma se relacionaron a manifestaciones hemorrágicas diseminadas, así como infiltraciones significativas de respuesta inmunológica a los tejidos estudiados.
Los resultados de esa investigación están en estos momentos en revisión de pares científicos para su publicación. Este proyecto cuenta con la aprobación del Comité de Ética de la Universidad Iberoamericana a través del Instituto de Medicina Tropical & Salud Global de la misma.
6.Informes Científicos de evidencia publicada y tomas de decisión pública para COVID-19
Cada semana se realiza una revisión de la literatura científica existente referente a los hallazgos clínicos, epidemiológicos, virológicos, entre otros de la infección por SARS-CoV-Las revisiones científicas son tomadas en cuenta en las tomas de decisión y recomendaciones al Comité Nacional de Emergencia y Gestión Sanitaria y el Ejecutivo de la nación.
7. Estudio de Genómica por Secuenciación de Próxima Generación, y secuencias de haplogrupos Sanger del SARS-CoV-2 circulando en la República Dominicana.
El objetivo principal de este estudio es identificar el ácido nucleico del SARS-CoV-2 y comparar mediante análisis filogenético las secuencias circulantes en el país con las de los repositorios genéticos mundiales.
Este proyecto cuenta con la aprobación del Comité de Etica de la Universidad Iberoamericana (UNIBE) a través de su Instituto de Medicina Tropical & Salud Global de la misma.
La hipótesis de la variolización:
el uso universal de mascarillas podría hacer más leve la COVID-19
Por: Carmen M.
López
Martes,21 de julio 2020
Una investigación dirigida por expertos del King’s College London ha revelado la existencia de seis tipos distintos, que se distinguen por diferentes síntomas.
Una investigación dirigida por
investigadores del King’s College London ha revelado la existencia de seis
tipos distintos de COVID-19. Cada uno de ellos se distingue por un grupo
particular de síntomas, y difieren en la gravedad de la enfermedad y por tanto,
en la necesidad de asistencia respiratoria durante la hospitalización.
Como explican los investigadores, los hallazgos tienen implicaciones importantes para el manejo clínico de este virus, pudiendo así ayudar a los médicos a predecir quién tiene más riesgo y por tanto, precise de atención hospitalaria de cara a una segunda ola de infecciones.
La tos persistente, la fiebre y
la anosmia son los tres síntomas clave de la COVID-19. Sin embargo, los
pacientes pueden experimentar una amplia gama de síntomas diferentes entre los
que se incluye el dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga, diarrea, confusión,
pérdida de apetito, falta de aliento y otros.
Asimismo, la progresión y los
resultados también varían significativamente entre las personas, desde síntomas
leves parecidos a la gripe o una erupción cutánea simple hasta una enfermedad
grave o mortal.
De este modo, este análisis
reveló seis agrupaciones específicas de síntomas que emergen durante la
progresión de la enfermedad y representan, por tanto, seis tipos diferentes de
COVID-19.
Según recuerda los autores, la
confusión, el dolor abdominal, la dificultad para respirar no se conoce de
manera amplia como síntomas de COVID-19, aunque son característicos de las
formas más graves de la enfermedad.
¿Cuáles son los tipos de COVID-19?
GRUPO 1:
Similar a la gripe pero sin fiebre: dolor de cabeza, pérdida del olfato,
dolores musculares, tos, dolor de garganta, dolor en el pecho, sin fiebre.
GRUPO 2:
Similar a la gripe con fiebre: dolor de cabeza, pérdida de olfato, tos,
dolor de garganta, ronquera, fiebre, pérdida de apetito.
GRUPO 3:
Gastrointestinal: dolor de cabeza, pérdida de olfato, pérdida de apetito, diarrea, dolor de garganta, dolor en
el pecho, no tos.
GRUPO 4:
Nivel 1 (severo) fatiga: dolor de cabeza, pérdida del olfato, tos,
fiebre, ronquera, dolor en el pecho, fatiga.
GRUPO 5:
Nivel 2 (severo) confusión: dolor de cabeza, pérdida de olfato, pérdida
de apetito, tos, fiebre, ronquera, dolor de garganta, dolor en el pecho,
fatiga, confusión, dolor muscular.
GRUPO 6:
Nivel 3 (grave) dolor abdominal y respiratorio: dolor de cabeza, pérdida
de olfato, pérdida de apetito, tos, fiebre, ronquera, dolor de garganta, dolor
en el pecho, fatiga, confusión, dolor muscular, falta de aliento, diarrea,
dolor abdominal.
Los investigadores analizaron si los pacientes que experimentaban grupos particulares de síntomas tenían más probabilidades de precisar soporte respiratorio. Descubrieron así que solo el 15 por ciento de las personas con el grupo 1, el 4,4, por ciento de los pacientes del grupo 2; y el 3,3 por ciento de las personas con el grupo 3 de COVID-19 necesitaban ayuda respiratoria.
Así, las cifras fueron de 8,6 por ciento, 9,9 por ciento y 19,8 por ciento para los grupos 4,5,y 6, respectivamente. Además, aseguran, casi la mitad de los pacientes del grupo 6 terminaron en el hospital, en comparación con solo el 16 por ciento de los del grupo 1.
Más comorbilidades:
Los pacientes que presentaron síntomas del grupo 4,5 ó 6 de COVID-19 tendían a ser mayores, más débiles y con mayor probabilidad de tener sobrepeso y presentar afecciones preexistentes como diabetes o enfermedad pulmonar.
En este escenario, los investigadores desarrollaron un modelo que
combina la información sobre la edad, el sexo, el IMC y las afecciones previas
junto con los síntomas recopilados en solo cinco días, desde el inicio de la
enfermedad. Esto fue capaz de predecir en qué grupo empeora un paciente y su
riesgo de requerir hospitalización y soporte respiratorio con una mayor
probabilidad que en un modelo de riesgo existente basado únicamente en la edad,
el sexo, el IMC y las condiciones preexistentes.
Dado que la mayoría de las personas que requieren asistencia
respiratoria acuden al hospital alrededor de 13 días después de sus primeros
síntomas, estos ocho días adicionales representan una ‘advertencia temprana’,
sobre quién es más probable que necesite cuidados más intensivos.
Monitorización en tiempo real:
Como explica Claire Steves del King’s College de Londres, “estos
hallazgos tienen implicaciones importantes para la atención y la monitorización
de las personas que son más vulnerables a COVID-19 grave”.
De este modo, señala que si puede predecir quiénes son estas personas en
el quinto día, es posible adelantar la intervención y monitorizar así los
niveles de oxígeno y azúcar en la sangre, o asegurar una correcta hidratación.
En definitiva, “una atención simple que se podría brindar en el domicilio,
evitando hospitalizaciones y salvando vidas”, destaca Steves.
La investigadora principal, Carole Sudre, también del King’s College de Londres,
explica que el estudio “ilustra la importancia de controlar los síntomas a lo
largo del tiempo para hacer que nuestras predicciones sobre el riesgo
individual y los resultados sean más sofisticados y precisos”.
Sudre avanza que este enfoque está ayudando a comprender la historia que
se desarrolla de esta enfermedad en cada paciente para que puedan obtener la
mejor atención.
El poder de los datos:
“Ser capaz de recopilar grandes conjuntos de datos a través de la
aplicación y aplicarles el aprendizaje automático está teniendo un profundo
impacto en nuestra comprensión del alcance y el impacto de COVID-19 y la salud
humana en general”, apunta Sebastien Ourselin, profesor de ingeniería de
atención médica en King’s College London y autor principal del estudio.
El profesor Tim Spector, por su parte, agrega que “los datos son nuestra
herramienta más poderosa en la lucha contra COVID-19″. El investigador insiste
en la necesidad de que incorporar este hábito para registrar la salud de los
pacientes. Algo que ayudará a anticipar el tratamiento ante una segunda ola.
Como señalan los autores de este trabajo, una limitación del estudio es
que se basó en información autoinformada recopilada de personas que usaron
dispositivos de teléfonos inteligentes.
Además, algunos individuos pueden haberse vuelto demasiado enfermos para
registrar sus síntomas más adelante en el curso de la enfermedad, por lo que
puede que no haya explicado completamente el pico de la enfermedad. Además, los
investigadores han identificado la erupción cutánea como un síntoma clave de
COVID-19 en hasta uno de cada diez casos.
Sin embargo, no se reconoció como un síntoma durante el tiempo en que se
recopilaron los datos para este análisis, por lo que actualmente se desconoce
cómo las erupciones cutáneas se asignan a estos seis grupos.
Fuente: Gaceta Médica https://gacetamedica.com/investigacion/en-que-se-diferencian-los-seis-tipos-de-covid-19/
Tags: COVID-19; investigación; tipología.
Ver video de la BBC New Mundo, sobre el tema:
Cómo identificar los 6 'tipos' de covid-19 que producen diferentes síntomas | BBC Mundo
La
hipótesis de la variolización: el uso universal de mascarillas podría hacer más
leve la COVID-19
Por: Verónica Fuentes.
Martes, 22 de septiembre 2020
La utilización generalizada de la
mascarilla parece limitar la cantidad de partículas de virus que llegan a su
portador, lo que podría reducir la gravedad de la enfermedad y la tasa de
nuevos contagios. La idea, aún no confirmada, se basa en una técnica de
profilaxis utilizada con la viruela antes del descubrimiento de las vacunas.
El uso de La mascarilla
limita la excreción de gotas respiratorias de individuos infectados por
coronavirus. Fuente: Getty Images
Desde marzo, las mascarillas se
han incorporado a nuestra rutina diaria. Su uso en población general puede servir como un medio
de control de la fuente de infección al reducir la propagación en la comunidad,
ya que se limita la excreción de gotas respiratorias de individuos infectados
que aún no han desarrollado síntomas o que permanecen asintomáticos.
Eso sí, la utilización debe
considerarse solo “como una medida complementaria y nunca como reemplazo de las
medidas preventivas de distanciamiento físico, higiene de manos, etiqueta
respiratoria y evitar tocarse la cara, la nariz, los ojos y la boca”, afirman
desde el Ministerio de Sanidad.
Esta semana, la revista The New England Journal of
Medicine ha publicado un nuevo análisis de Monica Gandhi y George W. Rutherford con una hipótesis
atractiva: el uso de mascarillas a escala global podría estar creando inmunidad
frente a la infección por coronavirus. Además, podría hacer que las infecciones
fueren más leves y hubiese mayor proporción de asintomáticos.
Dado que las mascarillas pueden filtrar algunas gotitas que contienen virus, su uso podría reducir la dosis que inhala una persona expuesta
Para Gandhi y Rutherford, ambos
de la Universidad de California en San Francisco (USCF, en EE UU), “esta posibilidad es
coherente con una teoría sobre la patogénesis viral, que sostiene que la
gravedad de la enfermedad es proporcional al inóculo viral recibido”,
es decir, la cantidad de partículas del virus que han producido el
contagio. En las infecciones por SARS-CoV-2, dosis elevadas de inóculo
viral pueden golpear las defensas inmunitarias, aumentando la gravedad de la
enfermedad.
“Si el inóculo viral es
importante para determinar la gravedad de la infección por el SARS-CoV-2, una
razón para usar máscaras faciales sería reducir la carga a la que se expone el
portador y el consiguiente impacto clínico de la enfermedad”, exponen.
Para los autores, dado que las mascarillas pueden filtrar algunas gotitas que contienen virus, su uso podría reducir la dosis que inhala una persona expuesta: “Si esta teoría se reafirmara, la utilización en toda la población podría contribuir a aumentar la proporción de infecciones asintomáticas”.
Variolizados
La hipótesis de Gandhi y
Rutherford se relaciona con el concepto de variolización, que fue el método utilizado —antes
de que Edward Jenner inventara la vacuna— para inmunizar contra la viruela con
material tomado de un paciente con la esperanza de que después se produjera una
infección leve, pero ‘protectora’.
Si se confirmara, el uso mundial
de mascarilla podría convertirse en una forma de variolización que generaría
cierta inmunidad y frenaría la propagación del virus a la espera de una vacuna.
Eso sí, Gandhi y Rutherford quieren dejar claro que, por el momento, se trata
solo de una hipótesis.
“Necesitaríamos más estudios que
comparasen la tasa de infección asintomática en zonas con y sin uso de
mascarilla general, pero no podemos forzar esta investigación ya que sería poco
ético. Solo podemos recoger observaciones que respaldan la teoría”, explican a
SINC.
Diversas pruebas virológicas y epidemiológicas
apoyan que las mascarillas pueden reducir la gravedad de la enfermedad y
aumentar la proporción de infección
asintomática. La necesidad de mascarilla se hizo evidente
cuando empezaron a publicarse informes en los que se describían las elevadas
tasas de propagación del SARS-CoV-2 por la nariz y la boca de los pacientes presintomáticos
o asintomáticos, tasas de propagación equivalentes a las de las personas con
síntomas.
Estudios
anteriores relacionados
con otros virus respiratorios revelan que el uso de mascarillas también puede
proteger al portador de la infección, al impedir que las partículas virales
entren en la nariz y la boca. “A medida que el SARS-CoV-2 continúa su
propagación, es posible que uno de los pilares de la lucha contra la pandemia
de covid-19 —el uso de mascarillas— pueda ayudar a reducir la gravedad de la
enfermedad y garantizar que una mayor proporción de las
nuevas infecciones sean asintomáticas”, sostienen los autores.
Fuente: Agencia SIN https://www.agenciasinc.es/Noticias/La-hipotesis-de-la-variolizacion-el-uso-universal-de-mascarillas-podria-hacer-mas-leve-la-covid-19
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Estudio argentino revela que la ivermectina reduce la carga viral de COVID-19
Por: Newsroom Infobae
Lunes, 28 de
Septiembre 2020
Buenos Aires, 28 sep. (EFE).- Un
grupo de científicos argentinos presentó este lunes los resultados de un
estudio que "determina claramente" la capacidad del fármaco
ivermectina para reducir la carga viral de la COVID-19, lo que permite al
sistema inmune del paciente "tener mejores ventajas para pelear el
virus".
"Lo que buscamos es en la etapa temprana una herramienta para bajar la carga viral y que le de sustento a la respuesta inmune del individuo para que se pueda defender", precisó el director del Centro de Investigaciones Veterinarias de Tandil, Carlos Lanusse.
Este estudio se trata de una "prueba de concepto" realizada sobre una muestra de 45 pacientes hospitalizados en estado leve o moderado dentro de los 5 primeros días de la enfermedad -de los cuales 30 recibieron el medicamento y 15 actuaron como grupo control-, y sirve como precedente para futuros estudios con hipótesis clínicas sobre una muestra mucho mayor.