Noticias de investigación en salud
El PAIS. Ciencia / Materia
Patricia Fernández de
Lis|10 dic 2025
El mayor estudio hasta el momento sobre antidepresivos es contundente: hay que dejarlos despacio y con terapia psicológica
Una revisión de 76 ensayos clínicos subraya la importancia de adaptar la prescripción a cada individuo. El 22% de los pacientes toma esta medicación de forma indefinida.
Fuente: El País. MementoJpeg (Getty Images)
El mayor estudio publicado hasta la fecha
es claro: la única manera de dejar de tomar antidepresivos es de manera lenta y
con apoyo psicológico. De hecho, hacerlo así previene la recaída en la
depresión en una medida similar a permanecer con los antidepresivos. Esta
investigación, publicada hoy en la
revista The Lancet Psychiatry, es relevante por varios motivos: el 30%
de las personas a las que se les prescribe antidepresivos no tiene realmente
depresión; el 40% los toma durante cinco años o más; y el 22% lo hace de forma
indefinida. Sin embargo, este tratamiento tiene efectos secundarios adversos si
se toma durante mucho tiempo, sobre todo disfunción sexual y menor capacidad de
expresar sentimientos. Por eso, este estudio, que revisa 76 ensayos controlados
que implican a 17.000 personas, subraya la importancia de adaptar la
prescripción a cada individuo, con una retirada gradual e individualizada del
tratamiento, junto con apoyo psicológico.
“La depresión es a menudo una condición recurrente y sin tratamiento
continuo; hasta tres de cada cuatro personas con depresión recaen en algún
momento”, explica Giovanni Ostuzzi, investigador de la Universidad de Verona y
autor principal del trabajo. “Las guías clínicas recomiendan continuar con los
antidepresivos durante cierto período después de la remisión y, luego,
considerar la interrupción una vez que la persona está bien. Sin embargo, en la
práctica diaria, el tratamiento a menudo se prolonga mucho más allá de lo que
sugieren las guías”, añade Ostuzzi, en una rueda de prensa organizada esta
semana por el portal SMC.
El metaanálisis comparó diferentes estrategias de retirada de
antidepresivos en personas con depresión o ansiedad que ya estaban en remisión.
La conclusión fue que la retirada lenta (más de cuatro semanas), combinada con
apoyo psicológico, prevenía la recaída en el año siguiente en una medida
similar a continuar con el antidepresivo. Los investigadores estimaron que la
retirada lenta más apoyo psicológico podría prevenir una recaída en cada cinco
individuos en comparación con la interrupción abrupta o la retirada rápida
(cuatro semanas o menos), que fueron las dos estrategias menos efectivas.
“Uno de los hallazgos más consistentes del análisis es que el apoyo
psicológico o la psicoterapia complementaria resultó mejor para todas las
diferentes estrategias farmacológicas”, señala Jonathan Henssler, del hospital
Charité de Berlín, en un comentario que
acompaña al artículo. “Aunque esto pueda parecer un hallazgo trivial, es
de sustancial importancia”, añade el experto, que no ha participado en el
estudio.
Henssler advierte de que el tratamiento psicológico “es a menudo lo más
difícil de conseguir para los pacientes en el mundo real”. En España, el 30% de
las personas que reconocen tener problemas de salud mental acude a la sanidad
privada sin tener siquiera seguro médico, según el Barómetro
Sanitario del CIS, publicado en abril de este año. “Los foros de internet ilustran
hasta qué punto los pacientes dependen de la autoayuda y cómo el apoyo
profesional psiquiátrico y psicológico sigue siendo inadecuado”, añade
Henssler. El 22% de los españoles que son recibidos por un psicólogo o
psiquiatra en la sanidad pública tardó hasta dos meses en ser atendidos. Y los
datos indican que cada vez más personas acuden a la
inteligencia artificial para ser escuchados y resolver sus problemas
psicológicos, aunque los chatbots tienen muchos riesgos: refuerzan el
egocentrismo y las ideas paranoides.
Los 76 ensayos analizados incluyeron principalmente a personas con
trastorno depresivo mayor y varios trastornos de ansiedad. La edad media de los
participantes fue de 45 años, el 67,5% eran mujeres y el 88% eran personas
blancas. El seguimiento medio de los pacientes fue de 46 semanas.
Una limitación importante del estudio es que los datos sobre síntomas de
abstinencia fueron escasos, a pesar de que son, evidentemente, una de las
barreras principales para dejar los tratamientos. “Debido a la escasez de datos
en la mayoría de estudios, buscamos identificar eventos adversos plausiblemente
relacionados con la abstinencia”, explican los autores. Sin embargo, también
aseguran que estos problemas fueron más frecuentes en individuos que
continuaron con antidepresivos que en aquellos que los dejaron rápidamente, lo
que sugiere que son, probablemente, más bien efectos secundarios del
antidepresivo que síntomas de abstinencia.
Los autores creen que sus hallazgos tienen implicaciones relevantes para
la práctica clínica y la política sanitaria. Las guías, insisten, deben
promover una revisión periódica del tratamiento. Interrumpir el antidepresivo
de manera abrupta o rápida (un mes o menos) debe desaconsejarse “firmemente”,
insisten, y debe planificarse un esquema de retirada más gradual e
individualizado. Asimismo, creen que es fundamental proporcionar apoyo
psicológico. Los mismos autores son conscientes, en todo caso, de la dificultad
de implementar esta recomendación en la sanidad pública. Coincide Gerard
Anmella, psiquiatra e investigador de la Unidad de Trastornos Depresivos y
Bipolares del Hospital Clínic de Barcelona, que no ha participado en el estudio:
“¿Es viable implementar esta estrategia en los sistemas de salud? En el sistema
público, ofrecer apoyo psicológico breve de forma sistemática durante la
discontinuación es un reto debido a limitaciones económicas y de personal. Aun
así, los resultados apuntan a la necesidad de integrar intervenciones
psicológicas breves y protocolizadas, dado su potencial impacto en la reducción
de recaídas”, explica al portal SMC España.
Tema(s): Depresión, Antidepresivos, Investigación.
Fuente:
El País. Ciencia / Materia. https://elpais.com/ciencia/2025-12-10/el-mayor-estudio-hasta-el-momento-sobre-antidepresivos-es-contundente-hay-que-dejarlos-despacio-y-con-terapia-psicologica.html
¿Es necesario extirpar todos los ganglios linfáticos en el cáncer de cuello uterino temprano?
Un nuevo estudio multicéntrico publicado
recientemente en NEJM ha puesto en tela de juicio una práctica quirúrgica en el
tratamiento del cáncer de cuello uterino: la linfadenectomía pélvica. Esta
intervención, que consiste en la extirpación completa de los ganglios
linfáticos de la pelvis, ha sido durante décadas el estándar en pacientes con
cáncer en estadios iniciales. Sin embargo, sus riesgos no son menores: lesiones
vasculares y nerviosas, linfedema, linfoceles y complicaciones postoperatorias
graves.
El ensayo clínico PHENIX,
realizado en 11 hospitales de China, comparó directamente dos enfoques
quirúrgicos en más de 800 pacientes con cáncer cervical en estadios IA1, IA2,
IB1 o IIA1:
Grupo 1: Biopsia exclusiva del
ganglio centinela.
Grupo 2: Linfadenectomía
completa.
Todos los pacientes se
sometieron a histerectomía y recibieron tratamiento adyuvante según un
protocolo unificado. El objetivo principal era evaluar la supervivencia libre
de enfermedad a los 3 años, con un margen de no inferioridad preestablecido.
Resultados clave
La supervivencia libre de
enfermedad fue del 96.9% en el grupo de biopsia exclusiva, frente al 94.6% en
el grupo de linfadenectomía.
La supervivencia específica
por cáncer fue incluso mayor en el grupo de biopsia (99.2% vs. 97.8%).
No se observaron recurrencias
ganglionares retroperitoneales en el grupo de biopsia, mientras que sí
ocurrieron en 9 pacientes del grupo de linfadenectomía.
Las complicaciones quirúrgicas
fueron significativamente menores en el grupo de biopsia:
Linfoceles: 8.3% vs. 22.0%
Linfedema: 5.2% vs. 19.1%
Parestesias: 4.0% vs. 8.4%
Dolor: 2.6% vs. 7.9%
¿Qué significa esto?
Este estudio demuestra que, en
pacientes con cáncer de cuello uterino en estadios iniciales, la biopsia del
ganglio centinela es igual de eficaz que la linfadenectomía completa en
términos de control oncológico, pero con muchas menos complicaciones.
Aunque aún existen opiniones
divididas entre ginecólogos sobre cuándo y cómo aplicar esta técnica, el
estudio PHENIX aporta evidencia sólida que podría impulsar una transición hacia
procedimientos menos invasivos y más seguros para las pacientes.
Tema (s): Neoplasias del Cuello Uterino; Ganglios Linfáticos / cirugía; Estudios Multiétnicos; Investigación..
Puedes consultar el artículo completo
en este enlace siguiente:
Sentinel-Lymph-Node
Biopsy Alone or with Lymphadenectomy in Cervical Cancer
Authors: Hua Tu, M.D. https://orcid.org/0000-0003-4361-4961
, He Huang, M.D., Yanfang Li, M.D., Xiaojun Chen, M.D., Chunyan Wang, M.D., Min Zheng, M.D.,
Ph.D., Yanna Zhang, M.D., +22 , for the
PHENIX Investigators*Author Info &
Affiliations Published October
15, 2025. N
Engl J Med 2025;393:1463-1474. DOI: 10.1056/NEJMoa2506267.
VOL. 393 NO. 15
Fuente: Pildoras. Saludteca. Blog de la Biblioteca
Virtual Sanitaria de Extremadura.
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